Jose Iglesias Gª-Arenal
Mándame una breve bio
Jose Iglesias Gª-Arenal trabaja como artista y curador en procesos de investigación colectiva desde una perspectiva crítica con las estructuras coloniales heteronormativas neoliberales. Master en curaduría por la Whitechapel Gallery becado por la Fundación Botín (2017), y master en “art praxis” en el Dutch Art Institute Roaming Academy (2020). Desde 2019 dirige la plataforma curatorial MAL (www.nosomosMAL.com).
Ha colaborado con distintas instituciones, curando exposiciones como Melfas. Línea orgánica (MACSur, Buenos Aires, 2017), Illes d’arena de la artista Azahara Cerezo (Bòlit. Centre d’Art Contemporani de Girona, 2020) o Cerca del suelo (MAL+Sala Guirigai, Los Santos de Maimona, 2021), y proyectos como ARTifariti 2016. Después del futuro. Encuentro Internacional de Arte y Derechos Humanos (Campamentos de refugiados saharauis en Tindouf, Argel, 2016).
Como artista ha realizado muestras individuales como Facebook’s Pavilion (Palazzo Lucarini, Trevi, Italia, 2014), MÁQUINA EUROPA. Los hadrones de Clemente VII (Espacio Iniciarte, Córdoba, 2018) o Sombra de monumento (FASE. Espacio de Creación y Pensamiento, L’Hospitalet de Llobregat, 2021), y ha participado en exposiciones colectivas como ¿Qué sienten, qué piensan los artistas andaluces de
ahora? (curaduría de Ana Ballesteros, Luisa Espino, Alberto Figueroa y Raquel López, CAAC, Sevilla, 2016), Provincia 53. Arte, territorio y decolonización del Sáhara (curaduría de Juan Guardiola, MUSAC, Leon, 2017 y CDAN, Huesca, 2018), Ante el Tiempo. Micro-relatos de resituación (curaduría de Blanca del Río, Iniciarte, Sevilla,2018) o Peekaboo. Looking askance at issues of childhood in connection with nation (curaduría de Ruth Noack, Museo Nivola, Orani, Cerdeña, 2019).
¿Cual fue el punto de partida para que naciera el proyecto MAL ?
MAL comenzó en 2019 en un espacio de Sevilla como una plataforma desde donde trabajar con artistas en procesos dilatados en el tiempo. Nos interesaba trabajar a partir del contexto local, la historia de Sevilla, pero también pensar el territorio desde sus afueras, desde las migraciones o desde lo que compone el lugar pero queda excluido de los relatos hegemónicos. Por eso para los primeros proyectos invitamos a artistas que, aunque habían comenzado su carrera en Sevilla, estaban viviendo en Barcelona, como Mercedes Pimiento y María Alcaide, y tratamos temas como la migración hacia las ciudades del norte de la Península, la industria del turismo o la herencia colonial de Sevilla como “Puerto de Indias”.
Sabemos que habéis hecho muchos proyectos con MAL pero ¿Te gustaría destacar alguno de ellos?
Un proyecto que ha marcado particularmente el desarrollo de la plataforma curatorial MAL fue Desertificación cultural, por cómo ha servido para definir las líneas de trabajo y cómo nos ha situado en Extremadura. Como para tantos otros proyectos, la pandemia trunco la
trayectoria que estábamos comenzando y definió un nuevo rumbo. Poco antes del confinamiento estábamos empezando a preparar un encuentro presencial en Los Santos de Maimona, al sur de Badajoz, sobre crisis climática e iniciativas culturales en el mundo rural.
Bajo el concepto de “desertificación cultural” queríamos preguntarnos por los vínculos entre desertificación y políticas neoliberales y coloniales, y cómo pequeños espacios culturales situados fuera de las grandes ciudades pueden reaccionar a esto. Con la pandemia adaptamos el proyecto al formato virtual y eso hizo que pudiéramos vincularos a otros contextos de Latinoamérica (presencialmente hubiera sido imposible); además, la crisis sanitaria nos hizo darnos cuenta de la importancia que tenía continuar trabajando desde zonas rurales. Desertificación cultural se convirtió en un laboratorio de pensamiento presencial y en línea que ha definido los siguientes proyectos que hemos hecho: colaboraciones con artistas como Abel Jaramillo y Saray Pérez Castilla, el ciclo de residencias El horizonte del desierto donde han participado Élan d’Orphium o Marta Echaves entre otrxs o la exposición Cerca del suelo.
¿En que es lo próximo que estás trabajando?
Ahora mismo preparando un proyecto con el artista Andrés García Vidal sobre la memoria morisca en el sur de la Península y la gestión de los recursos naturales ante los procesos de desertificación. Es un proyecto que comenzó con una residencia en Extremadura hacia casi un año, que ahora retomamos y que se presentará el año que viene en una exposición en colaboración con FASE. Espacio de creación y pensamiento en L’Hospitalet de Llobregat. Un proyecto con el que estamos muy felices y que me parece muy buen ejemplo de los modos de trabajo que nos interesan, basados en procesos tranquilos, de colaboración entre diferentes agentes y que entienden la creación
artística como una forma de investigación e imaginación desde el territorio.
Ahora mismo estás de artista residente en Matadero, ¿qué tal la experiencia? ¿Y qué destacarías del proceso creativo allí?
Está siendo una temporada fantástica. El proyecto que estoy haciendo lleva por título Destruir las alcantarillas y tiene algunos vínculos con las líneas de MAL (el interés por las afueras metropolitanas o la relación entre políticas neoliberales, estructuras coloniales y crisis climáticas) pero es un proyecto más personal, sobre la relación entre masculinidad y la explotación del suelo. El entorno y lxs compañerxs de Matadero es super agradable e interesante; aparte de la oportunidad de dedicar unos meses íntegramente a un proceso de
investigación y experimentación, el apoyo del equipo de coordinación de las residencias y el intercambio con lxs otrxs residentes están alimentando el proyecto y impulsándolo más de lo que esperaba.
¿Nos recomendarías algún plan cultural que hacer en Madrid en este mes de noviembre?
En primero lugar y sin falta, tenéis que venir el sábado 27 a la jornada de puertas abiertas que organiza el Centro de residencias artísticas de Matadero, donde vamos a presentar todos los procesos de creación e investigación que se están desarrollando este otoño. Va a ser un día intenso y divertido. Y en un tono menos autopromocional, tengo muchas ganas de ver la performance de María Jerez y Élan d’Orphium que el día 18 presentan en el Reina
Sofía dentro del ciclo Estudio III.
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