CLARA MAROTO
Bailarina
NOMBRE: Clara Maroto Ramos
NACIMIENTO:11/03/1995
CIUDAD DE RESIDENCIA: Madrid
OCUPACIÓN ACTUAL: Bailarina en la CND (Compañía Nacional de Danza)
WEB: link a la web
¿En qué momento empezó a interesarte el arte?
Muy pequeña, tendría tres años, me apuntaron a la vez (y solo con idea de que hiciera ejercicio) a gimnasia rítmica y ballet. Al cabo del tiempo la danza ganó la partida. Con 13 años me trasladé de Tarragona a Madrid –trayéndome a mi pobre madre conmigo– para cursar estudios en el Real Conservatorio Profesional de Danza Mariemma. Con 18 entré en la CND y, en realidad, ha sido desde que soy profesional que me he cuestionado más profundamente a propósito de mi forma de entender la danza, así como he ido (en ese mismo proceso) adquiriendo más y más intereses por otras artes: escénicas, plásticas… Cada vez me gusta más leer ensayo.
Cinco palabras que describan tu estilo.
Fuerza, cuestionamiento, comunicación, cuerpo, versatilidad
Cuando empiezas un proceso creativo de un nuevo proyecto, ¿Qué sueles hacer? ¿Cuál es tu punto de partida?
¿Cuáles son tus influencias?
Mi maestra del conservatorio viene de la escuela de María de Ávila, una de las grandes maestras españolas de la historia (medalla de oro del Mérito a las Bellas Artes), que también dirigió la Compañía Nacional durante varios años. Es inevitable, entonces, sentirme un poco parte (por pequeña que sea) de esa tradición. Admiro el trabajo de Marianela Núñez, del coreógrafo Jiri Kylian, demasiados para hacer recuento… pero, sobre todo, presto atención a cuanto puedo aprender de mis compañeros, maestros y repetidores.
Proyecto o pieza que recuerdes con cariño dentro de toda tu trayectoria.
Hubo una oportunidad que me dejó una huella mayor que otras. Bailé Allegro brillante, de George Balanchine. Fue un proceso duro que, en parte, me sirvió para descubrir que podía bailar de otros modos, llegar más lejos. Técnicamente, me sirvió para adquirir otras cualidades: movimientos muy rápidos, muy musicales. Decía el coreógrafo, uno de los más grandes del XX: “Es todo lo que sé de ballet en 13 minutos”, lo cual puede dar una idea de lo que supone tomar parte en la pieza.
¿Dónde estás cuando no haces arte?
Estudiando Pedagogía en el Conservatorio Superior de Danza María de Ávila.
¿Qué te traes ahora entre manos con respecto a tu trabajo?
El parón forzoso nos ha obligado, como a tantos, a un cambio de planes y calendarios. Cuando podamos retomar la actividad trabajaremos en el montaje de una nueva versión de Giselle, el ballet romántico por excelencia, impulsada por nuestro nuevo director Joaquín de Luz, que, tal como ha manifestado en varias entrevistas, tiene intención de darle un “lavado de cara”. Mientras, he ahondado bastante precisamente en el estudio de los ballets románticos, en cómo conformaron un imaginario que perdura, en cómo surge entonces el modo de danza que hoy entendemos propio de la bailarina sobre el escenario, en la evolución de los roles femeninos en la narrativa de los ballets o posibles relecturas contemporáneas.
También he descubierto proyectos que me interesan en los que la danza es motor de cambio social con distintos colectivos: adolescentes en un instituto, personas desfavorecidas…
RECOMENDACIÓN:
Aprovechando la anterior respuesta, recomiendo el documental Five Days to Dance de Rafa Molés y Pepe Andreu con Amaya Lubeigt y Wilfried Van Poppel. Y, también, un libro (yo que estimo mucho el descanso, el reposo y el tiempo para contemplar, reflexionar o directamente dormir): El tiempo regalado, un ensayo sobre la espera de Andrea Köhler.
¡GRACIAS CLARA!
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