Una obra inspirada en la exposición: “La última de herencias” de Alejandra la Torre.
La participación en Cópula de Emejota Mínguez con sus propias palabras:
Mi experiencia en el programa Cópula ha estado marcada por la reflexión sobre las diversas perspectivas desde las cuales se puede abordar el proceso creativo. He llegado a comprender que distintas formas artísticas pueden actuar como fuentes de inspiración y contribuir al ámbito escénico sin necesidad de estar físicamente presentes en la escena. Esta reflexión me ha llevado a considerar la importancia de la creación comunitaria, reconociendo que las obras no existen en aislamiento, sino que los artistas están inmersos en un constante diálogo con otras obras y experiencias que enriquecen y nutren su proceso creativo. De esta manera, entiendo la creación como un proceso colectivo en constante evolución, donde los artistas se complementan y enriquecen mutuamente.
Proceso de descomposición busca reflexionar sobre cómo nuestra percepción y gestión del tiempo influyen en los cuerpos y sus interacciones dentro de la sociedad contemporánea. A nivel individual se propone la pregunta de cómo la cultura de lo instantáneo y rápido afecta nuestro cuerpo. A nivel colectivo, surge la interrogante de cómo podemos crear nuevas visiones de futuro en una sociedad que percibe y prevé su propia extinción.
Utilizando la analogía y la metáfora del proceso de descomposición del compost, en el que la materia orgánica se degrada y pudre hasta convertirse en un material estable y útil, este proyecto busca explorar los procesos de transformación de los cuerpos y las relaciones humanas en el marco temporal.
Los elementos performativos que se quieren utilizar para establecer un imaginario estético son el uso de la arcilla en cuerpo y ropa, trabajando con la temporalidad de secado de este material. En cuanto a escenografía, tomando como referencia la instalación performativa ‘Walk the Chair’ de Laribot, se propone explorar con cajas de sillas como una forma de investigar el concepto de construcción y destrucción del orden así como la relación entre los cuerpos a nivel colectivo. Ofreciendo al espectador una resignificación del orden del espacio escénico y del espacio entre los cuerpos.
Así mismo, se quiere hacer uso del tiempo como magnitud física que atraviesa la propia danza. Explorándolo a través de contrastes, tratando de alterar la percepción temporal común en la escena. Para ello se hará uso de la lentitud extrema, tomando como referencia la danza butoh; y el uso de la parada, inspirada en el estilo de danza urbana popping. También se trabajará con diferentes elongaciones corporales.
Simultáneamente al movimiento, se quiere trabajar con la alteración temporal en la música, creando un espacio sonoro que unido al movimiento genere un efecto visual de distorsión del tiempo. Para ello se trabajará con el loops de sonido en diferentes BPM (Beats por Minuto).
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